lunes, 1 de abril de 2013

Las Faltas y Expulsiones de Wilt Chamberlain


“Y sobre esta fama de ser casero, creo que hay una parte en lo más profundo de mí que disfruta señalando una falta contra el equipo local, y luego quedándome de pie sólo, casi desafiando los gritos del público”

(Norm Drucker, Newsday, 10/2/1969)

“No creo que eso fuera un insulto, simplemente le dije la verdad” (Wilt Chamberlain, Sports Press Telegram, 4/1/1962)

LA EXTRAÑA PAREJA

Un listado exhaustivo con todos los récords y registros estadísticos significativos de Wilt Chamberlain en la NBA ocuparía unos 10 folios. De entre todos ellos, los 100 puntos que anotó el 2 de marzo de 1962 frente a los Knicks en el Hershey Sports Arena de Pennsylvania sin duda ocuparían el lugar más alto por su indudable carga simbólica. Un partido semiclandestino del que además de las palabras únicamente nos ha llegado parte del audio y la foto improvisada en el vestuario con el número 100.
A mí particularmente hay un número que siempre me ha llamado la atención por encima de los demás, los 48.5 minutos por partido que tuvo de media en la temporada 1961-62. Es como si un jugador tuviese un 101% de acierto en tiros libres, una estadística irracional que parece de otro planeta. 5 meses de competición, peleando bajo los tableros sin que el físico diga basta y sin ser eliminado por 6 faltas. Sirva como comparación su eterno rival, Bill Russell, que fue eliminado por faltas personales en 32 partidos durante su carrera NBA, ¡e incluso en un NBA All-Star Game!
Esta hazaña fue posible gracias a las 10 prórrogas que jugaron los Philadelphia Warriors aquella temporada, 50 minutos extra que permitieron elevar el promedio de minutos por encima de los 48. Chamberlain acordó con el entrenador Frank McGuire que jugaría todos los minutos, sentía que incluso cansado podría ayudar más al equipo que el jugador que lo relevase, y probablemente tenía razón. Sin embargo, no consiguió estar en pista la temporada completa, ya que le faltaron 8 minutos para alcanzar la perfección.

Chamberlain y Drucker
El 3 de enero de 1962 repetían enfrentamiento los Warriors y los Lakers en Los Angeles. El día de Año Nuevo el equipo californiano había ganado 114-111, pero este partido iba a ser distinto. La noticia era que la estrella local, Elgin Baylor, cambiaba las zapatillas de baloncesto por las botas militares, tras unos años en la reserva del ejército era llamado a filas. Jerry West (44 puntos) se multiplicó jugando incluso de alero, en la victoria de los Lakers 124-123, pero el momento más recordado del encuentro pasó a 8:33 del final del último cuarto. Norm Drucker pitaba pasos a Chamberlain, y el pívot le protestó ganándose una técnica. Como no paraba de hablar, el árbitro volvió a levantar sus brazos para señalar la segunda técnica que se convertía en la expulsión automática de Wilt, que camino de los vestuarios decidió volver a entrar en la cancha y ganarse una tercera técnica. La NBA le impuso una sanción de 150 dólares y pudo jugar el resto de minutos de aquella temporada.

“Puede que sea la primera expulsión, pero no será la última, si me vuelvo a cruzar con este árbitro…” –Wilt Chamberlain-

La vida de Norm Drucker siempre ha estado ligada al baloncesto. Primero jugando en el City College de New York y como profesional de la ABL en los años '40, antes de pasar al mundo del arbitraje universitario y posteriormente las ligas profesionales donde estuvo un cuarto de siglo dirigiendo partidos en la NBA y en la ABA, para finalmente pasar varios años como Director de Árbitros NBA tras su retirada en 1977.
Como podemos leer en la primera frase de este texto, Drucker era un árbitro con cierto afán de protagonismo, de los que a lo largo de los años iba ganando amigos en las canchas, banquillos, gradas y hasta medios de comunicación. Sin ir más lejos, cuando el entrenador de los Celtics Red Auerbach recibió la advertencia de la NBA de que a la próxima expulsión iban a sancionarle sin poder entrenar un par de partidos, esa misma noche a Drucker no le tembló el pulso y lo expulsó.

Ya en 1967 Chamberlain llegaba otra vez a Los Angeles, esta vez como jugador de los Philadelphia 76ers. Era un 15 de marzo, en la última semana de liga regular con el primer puesto asegurado, pero los Sixers dieron buena muestra de su potencial (un mes más tarde se convirtieron en campeones de la NBA) ganando por 123-138, y eso que Chamberlain no jugó en la segunda parte. A 1:15 del descanso el pívot suplente de los Lakers Mel Counts recibió la falta de Wilt, señalizada como ya habréis imaginado por Norm Drucker. De camino a la línea de tiros libres Chamberlain reclamaba que si aquello era una falta, en la jugada anterior él había recibido una mucho más fuerte que no se pitó. Primera técnica. El siguiente en protestar fue el alero Chet Walker que salió en defensa de su compañero, y también se ganó una nueva técnica. Cuando se calmó la situación, Chamberlain fue de nuevo a hacerle un comentario a Drucker, que no vaciló a la hora de pitar la segunda técnica y mandarlo a los vestuarios.

A pesar de la coincidencia de los protagonistas de ambas expulsiones, las únicas que me constan de Chamberlain en su carrera NBA, creo que sería injusto decir que Drucker simplemente buscaba destacar de entre el resto de árbitros siendo el único capaz de expulsar al gran Wilt. Encontramos un buen ejemplo en las finales de 1964 que enfrentaron a Warriors y Celtics. Con el partido decidido en el último cuarto Clyde Lovellette sustituyó a Bill Russell, y decidió darle un poco de picante al público empujando y lanzando codazos a Chamberlain, que después de avisarle vio como Lovellette insistía y decidió tomarse la justicia por su mano (por su puño concretamente) lanzando un golpe a la cara del jugador de Boston que acabaría en el suelo sangrando por la nariz.

En el libro ‘Tall Tales’ Drucker recordaba la historia: “No era sólo que Wilt estuviera preocupado por hacerle daño a alguien. Creo que a veces estaba avergonzado de su propia fuerza […] Clyde era un 2.10 que a esas alturas de su carrera estaba sobre los 130 kilos, la mayoría en su cintura. Siempre fue un poco payaso y provocó claramente a Wilt. […] Decidimos no expulsar a Wilt. Pitamos una falta y acabamos el partido.”

NCAA

Chamberlain 'volando'
como novato en Kansas
Mientras Wilt reescribía noche tras noche el libro de récords de la NBA a principios de la década de los ’60, las cosas no iban ni mucho menos tan bien en la universidad de Kansas, pero antes de hablar de lo que sucedió en 1960 vayamos a ver qué pasó unos años antes.

En 1955 los Jayhawks estrenaron el Allen Fieldhouse en honor a su mítico entrenador Phog Allen, que precisamente aquel año comenzó la última de sus 37 temporadas al frente del equipo. Las reglas de la NCAA entre 1954 y 1973 no permitían a los freshmen (jugadores de primer año) formar parte del primer equipo de la universidad, debían pasar su primera temporada con el resto de novatos jugando con el equipo junior y ganándose una plaza para la siguiente temporada. Chamberlain no fue una excepción, y tras elegir universidad entre las casi 200 propuestas que recibió, tuvo que esperar hasta  el otoño de 1956 con Phog Allen ya retirado de las canchas, para debutar con Kansas. El impacto fue inmediato.

20-2 en temporada regular y el título de la Conferencia Big 7 (la actual Big 12) con un balance de 11-1, los mejores resultados del equipo desde el campeonato de 1952. Alternaron con los Tar Heels de North Carolina la primera y segunda plaza de los rankings oficiales de equipos universitarios, llegando ambos de esta manera al torneo de la NCAA con el cartel de favoritos, y tras 4 eliminatorias se cumplían los pronósticos con la final soñada: North Carolina – Kansas. Wilt fue el jugador más destacado de la final con 23 puntos y 14 rebotes, consiguiendo el trofeo de MVP, pero se le escapó el campeonato de la manera más cruel. North Carolina conseguía completar una temporada perfecta (32-0) con una victoria por 54-53 después de 3 prórrogas. Hay que recordar que hasta el año 1983 la NCAA no adoptó el reloj de posesión hasta 1985. Con un 52-53 en el marcador en la penúltima jugada, Chamberlain taponaba el tiro de Tommy Kearns pero el rechace fue a manos de Joe Quigg, que a 6 segundos del final recibía la falta del pívot de Kansas y se iba a la línea de tiros libres para sentenciar el partido. En la última jugada, los Jayhawks fueron incapaces de hacer llegar el balón a las manos de Chamberlain y se desvaneció el sueño de conseguir el título.

Aquel sería el punto álgido de la etapa universitaria de Wilt Chamberlain. Su temporada de junior acabó antes de tiempo, con un total de 18 victorias en 23 encuentros, y 8-4 en los partidos de conferencia, quedando en segunda plaza detrás de sus vecinos de Kansas State que tenían al futuro Hall of Fame Tex Winter en el banquillo. Y ya como senior decidió no tomarse la revancha y abandonó el campus de Kansas. Como no podía entrar a la NBA hasta la siguiente temporada se unió a los Harlem Globetrotters, que ya habían intentado hacerse con sus servicios incluso antes de que acabase el instituto.

Unas semanas antes de que comenzara la temporada 1960-61 la NCAA golpeaba con fuerza a la universidad de Kansas. Recibieron una sanción que les apartaba durante 2 años de los Playoffs de la NCAA (March Madness) y también les impedía aceptar invitaciones durante ese periodo para participar en cualquier torneo NCAA. ¿El motivo de la sanción? La compra de un vehículo Oldsmobile que hizo Wilt Chamberlain en el verano de 1957, justo después de perder la final. El coche estaba valorado en más de 2.000 dólares y Chamberlain entregó su viejo Oldsmobile del ’53 como pago a cuenta. La diferencia según la investigación de la NCAA eran 1.564 dólares que habrían sido financiados por representantes de la universidad.

Chamberlain calificó la decisión de ridícula: “La NCAA siempre ha estado buscando algo en mi contra desde que jugaba en el instituto”. Y al menos en parte tenía mucha razón. En abril de 1956, meses antes de su debut con el primer equipo de Kansas, aparecía en prensa la noticia de la investigación de un partido que jugó con 16 años contra profesionales. Le acusaron de ocultar su identidad bajo el nombre de George Marcus (anotando 44 puntos) con un equipo llamado Pittsburgh Raiders contra los Cumberland Old Germans.

EL FINAL INESPERADO

Viendo las consecuencias que tuvo el tema del coche, entre otros asuntos, me voy a permitir la licencia de considerar el paso de Chamberlain por la NCAA como su primera gran etapa de jugador profesional y hablaros de un partido que se disputó el 18 de febrero de 1957.

Jugaban en el Allen Fieldhouse las universidades de Kansas y Oklahoma y el ambiente en las gradas estaba muy caldeado por la presencia del árbitro Kite Thomas. Este colegiado estuvo en el partido de Iowa de enero (39-37), la primera derrota de Kansas en la temporada, y su actuación fue muy discutida, sobre todo por las triples defensas que padeció Chamberlain durante todo el partido que le dejarían en tan sólo 12 puntos. Por si fuera poco, al ser Thomas un graduado de la universidad rival de Kansas State las sospechas de su imparcialidad eran bastante fuertes, pero lo que nadie podía imaginar es que iban a presenciar un momento histórico.

A 8:56 minutos para el final del partido, con Kansas dominando claramente por 59-44, Kite Thomas señalaba la quinta falta de personal de Wilt Chamberlain que se iba eliminado al banquillo, aunque los locales acabarían ganando con facilidad 76-56. El protagonista declaró al final del partido “ha sido la primera vez que me eliminan por faltas en toda mi vida”, y hoy podemos asegurar que tras más de 1000 partidos jugados después de aquella eliminación nunca más volvió a salir de la cancha por faltas personales.

Irónicamente, aquel día compartían protagonismo en la prensa dos noticias de Chamberlain: la de su expulsión y las declaraciones del propietario de los Celtics Walter Brown que afirmaba que ningún equipo de la NBA podía pagar lo que Chamberlain cobraba en Kansas…

Y antes de acabar un último apunte. El árbitro Kite Thomas antes de aparecer por las canchas de baloncesto universitario jugó profesionalmente a beisbol un par de temporadas. Y en una situación parecida se encuentra Don Schwall, pívot titular de Oklahoma en aquel partido y autor de 30 de los 56 puntos de su equipo, no creo que sea muy descabellado imaginar que tuvo un papel protagonista en las 5 faltas de Chamberlain. Resulta que tras graduarse en Oklahoma, Schwall tuvo una buena carrera como pitcher (lanzador) de beisbol, llegando a ganar en 1961 el premio al novato del año.

Lo que no fueron capaces de conseguir en 14 temporadas muchos de los mejores pívots de la historia de la NBA, pasó aquel 18 de febrero de 1957 gracias a un ex-bateador suplente armado con un silbato y la gran capacidad de eliminar de un futuro pitcher All-Star.