miércoles, 15 de diciembre de 2010

La última víctima del maldito draft NBA de 1986

Casi ha pasado un cuarto de siglo de un draft que siempre será recordado por la muerte por sobredosis de Len Bias pocas horas después de ser elegido número 2. Ligados a su desgracia quedan una retahíla de jugadores (Brad Daugherty, Chris Washburn, Williams Bedford, Roy Tarpley, Maurice Martin, Mark Alarie, Buck Johnson o Drazen Petrovic entre otros) que por diferentes causas (drogas, lesiones, etc.) no pudieron alcanzar su máximo potencial en la NBA.
Tantos años después, el destino ha querido apuntarse una muesca más en tan fatídica lista, aunque la ciencia parece que ha llegado a tiempo para intentar suavizar la desgracia.

En la primavera de 1981 Mike Williams y Dan Ivankovich eran 2 jóvenes de Illinois que como tantos otros estaban a punto de comenzar su vida universitaria, aunque con la peculiaridad de que ambos habían sido las estrellas del equipo de baloncesto de su instituto. Además de duelos en las canchas, también compartieron recortes de prensa, como cuando fueron elegidos en su año senior por el diario Champagne News-Gazette entre los mejores jugadores del estado de Illinois, junto a otros que nos pueden sonar como el alemán Uwe Blab o Jeff Hornacek. Ivankovich, un pívot de 2.08, había promediado 23 puntos y 13 rebotes en el Glenbrook South High School, y a diferencia de Williams que optó por aceptar la oferta de la universidad de Cincinnati, decidió quedarse cerca de casa, en la ciudad de Chicago donde había vivido desde que abandonara con 3 años su Zagreb natal. De entre los cientos de cartas que había recibido eligió la universidad de Northwestern, que forma parte de la poderosa conferencia Big Ten.

Con el premio de "Jugador más intimidador de Illinois" bajo el brazo, Williams dejaba atrás el instituto De LaSalle para comenzar el primer viaje, relativamente corto, de su larga carrera en el mundo del baloncesto hasta el campus de la universidad de Cincinnati. Allí pasaría sus 2 primeras temporadas de la NCAA con unas medias de 11 puntos y 7,5 rebotes, hasta que decidió pedir el transfer a la universidad de Bradley, regresando al estado de Illinois. Tras pasar el año en blanco de rigor por el cambio de universidad, se encontró un equipo bastante potente cargado de jugadores conocidos como el escolta Hersey Hawkins, el ex-baskonista Voise Winters o Jim Les, que tuvo un paso fugaz en la ACB por Salamanca y actualmente es el entrenador de la universidad de Bradley. Williams rebasaba por poco los 2 metros pero tenía un gran poderío físico, y se convirtió en "Massive Mike" la pieza perfecta para cuadrar el juego interior de un equipo que en 1986 quedó invicto en la Mountain Valley Conference, alcanzó el 9º puesto de los rankings oficiales y llegó hasta segunda ronda del torneo NCAA, donde se encontraron con los futuros campeones, los Louisville Cardinals de Pervis Ellison.

Meses más tarde Mike Williams fue elegido por los Golden State Warriors en la tercera ronda del draft de 1986, aunque necesitó pasar varias pretemporadas sin éxito antes de conseguir debutar en la NBA en la temporada 1989-90 donde tuvo unos minutos en 21 encuentros con Atlanta y Sacramento. Aunque Williams pasó la mayor parte de su carrera en la CBA (6 temporadas y un título en 1996 con los Sioux Falls Skyforce) su debut profesional fue en España en Primera División con el Juver Murcia, donde estuvo dos temporadas entre 1986 y 1988. Después de su breve paso por la NBA, en 1990 llegó a tierras gallegas para ayudar al Caixa Ourense a conseguir la salvación en los Playoffs de descenso de la ACB, promediando en 8 partidos 16 puntos y 10 rebotes. Tuvo tiempo de sobra para recorrer medio mundo, jugando en países tan distintos como Turquía, Argentina, Islandia, Grecia, Hong Kong o Francia antes de su retirada en el año 2000, e incluso formó parte de la selección USA que participó en los Juegos Panamericanos de Mar de Plata 1995. Compartiendo plantilla con otros jugadores de ligas menores, como el "eterno" ACB Larry Lewis, Williams llegó a la final donde fueron derrotados por la selección Argentina con jugadores como Milanesio, Espil, Racca, Oberto o Wolkowyski.

Tras colgar las botas llegaba el momento para Mike Williams de decidir qué hacer con su vida.
"Lo habitual era que pesara 135 kilos después de desayunar, 140 después de la comida y 145 después de la cena, así que teniendo en cuenta mi constitución física lo ideal era convertirme en guardaespaldas" -Mike Williams-
Pero lo que nunca habría imaginado era que su carrera como guardaespaldas iba a ser más breve que su trayectoria deportiva. Hace apenas un año, el 29 de noviembre de 2009, tras una década protegiendo a estrellas de Hollywood recibió ocho disparos al intervenir en una pelea en un club de Atlanta. Pasó dos meses en coma con una grave lesión en la médula espinal, perdió un riñon y parte del hígado, y aún tuvo suerte de salvar la vida, pero quedó paralizado de cintura para abajo. Aquellas ocho balas habían derrotado a "Massive Mike", el hombre que siempre se había caracterizado por su fuerza se derrumbaba viendo como unos criminales le condenaban a él y a su familia a un futuro lleno de dolor e impotencia..

En el mes de junio, ya de vuelta en Chicago, Mike estaba viendo un reportaje en la cadena ESPN sobre un superviviente de los terremotos de Haití que había sufrido una lesión en la médula, y como un doctor le estaba ayudando a volver a andar. Habían pasado casi 30 años, pero su memoria le indicó el camino a la esperanza.
"Tardé un rato en darme cuenta quién era. Pero de repente me acordé de él, era 'Big Dan' le envié un e-mail y enseguida me telefoneó" -Mike Williams-
Dan Ivankovich no tuvo suerte con el baloncesto. En aquel verano del 81 se lesionó de gravedad la rodilla antes de comenzar la universidad, y aunque pudo jugar varias temporadas en Northwestern su brillante futuro deportivo se cortó de raíz. Sin embargo, no desaprovechó el tiempo y transformó aquella beca deportiva en un doctorado en medicina que le ha permitido convertirse con el paso de los años en un afamado cirujano especializado en reconstrucción de articulaciones y con una gran vocación de ayudar a los más desfavorecidos.
"Cuando Mike ingresó en el hospital me alegré de que al menos pudiera mover los dedos de los pies. Estaba débil y era imposible que se levantara. 5 semanas más tarde pudo dar sus primeros pasos. Mike Williams es la persona que ha trabajado más duro en la rehabilitación de una lesión de médula espinal" -Dan Ivankovich-
Mike Williams dedica tres horas diarias a su rehabilitación y ya es capaz de dar 20 pasos con un andador antes de cansarse. Ivankovich está intentando conseguirle una "prótesis robótica" para sus piernas, un aparato ideado con fines militares que le permitiría poder caminar una mayor distancia.

1 comentario:

  1. Impresionante reportaje, llevaba tiempo buscando información de Mike Williams y la verdad es que me ha impactado. Sorprendente

    Alejandro Rodríguez

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